El método Bonny, Guided Imagery Music (GIM) es una forma de psicoterapia y exploración de la conciencia centrada en la música. Ofrece la oportunidad de integrar aspectos del bienestar mental, emocional, físico y espiritual de las personas que lo reciben. El método da lugar a la evocación de imágenes como respuesta a la escucha de determinados programas de música clásica y contemporánea en un estado relajado. Durante la sesión, guiada por un terapeuta entrenado en la técnica, surgen en la persona de forma espontánea símbolos, recuerdos, sensaciones corporales y emociones. Gim es beneficioso para quienes deseen explorar su ser interior y posibilidades de toma de conciencia. GIM se presta para trabajar con la persona sin importar el momento de la vida en que se encuentra, de una forma natural, hacia el conocimiento personal y desarrollo espiritual. GIM incrementa la conciencia estética e inspira el deseo de crear. GIM puede enriquecer la práctica clínica de los psicoterapeutas.

GIM

La sesión de terapia GIM tiene una duración aproximada de una hora y media en los que la música puede ocupar entre 20 y 50 minutos. En ese tiempo musical el viajero (la persona en terapia) en estado relajado, relata la experiencia interna y sus imágenes apoyada por un guía (terapeuta) que lo acompaña verbalmente y escribe el relato del viaje.

En los años 70 la violinista y musicoterapeuta Hellen Bonny, creadora del método, diseñó unos 40 programas musicales que confeccionó para trabajar diferentes estados y necesidades del ser humano. Estos programas, otros tantos posteriormente creados, y la adaptación o variación de los mismos por parte del terapeuta en sesión, conectan a quien recibe GIM con sus imágenes internas de manera gradual; el terapeuta facilita a la persona la música como espejo proyectivo, y cuida de su protección psicológica.

La música en su complejidad, su belleza y contradicción, llega a tocar las emociones con nuevos matices y ángulos desde donde clarificar y obtener avances significativos en el proceso terapéutico.