Entrevista a Jorge Cavia

Entrevista Jorge Cavia
Entrevista Jorge Cavia

Jorge Cavia es músico y musicoterapeuta especialista en GIM y autor del libro «Sida y musicoterapia».

– ¿Qué experiencias tienes como músico?

Primeramente la del que nace entre música y se convierte en músico. Mi padre es guitarrista, profesor y melómano.

La de auto-acompañamiento, cualquier músico se puede acompañar en su propia emoción.

La experiencia de fusión con otros tocando.

La de haber conocido a “mejores amigos y amigas”.

El descubrimiento y gratitud que siento cuando la música se manifiesta en la terapia y se va estableciendo la relación de ayuda.

– ¿Qué es la musicoterapia?

Sería un poco lo anterior, la habilidad que tiene el músicoterapeuta para ayudar (en diferentes grados), con la música como elemento intermediario.

– ¿Qué te llevó a formarte en esta profesión?

Mis estudios y trabajo con teatro y música

Mi interés por la psicoterapia

Ayudar me da vida, y la música siempre es un regalo

– Tu modelo de trabajo es el GIM, ¿en qué consiste?

El método fue creado por Hellen Bonny en los 70. Imaginación Guiada con Música GIM (Guided Imagery and Music) es una forma de psicoterapia y exploración de la conciencia.

Da lugar a la evocación de imágenes y sensaciones diversas como respuesta a la escucha de programas de música clásica, en un estado relajado. Durante la sesión, guiada por un terapeuta entrenado, surgen en la persona de forma espontánea símbolos, recuerdos, sensaciones corporales y emociones.

Se usan programas de música especialmente estructurados para estimular y mantener la dinámica que se va desprendiendo de las experiencias internas de la persona. La música, cuidadosamente seleccionada, sirve como catalizador para facilitar la verbalización, el movimiento, y la toma de conciencia que conducen hacia el cambio.

– ¿En qué se diferencia el modelo GIM del resto de modelos en musicoterapia?

En que es una forma de psicoterapia, diseñada en principio, para sesiones individuales con adultos, (aunque practicamos también adaptaciones para grupo) y que en este método la música se utiliza de un modo básicamente receptivo.

Otra diferencia es que primeramente antes de estudiar GIM, uno ha de haberse formado como músico y musicoterapeuta y tener experiencia en sesiones clínicas. El entrenamiento en GIM dura unos tres años y en él se adquieren habilidades como persona y terapeuta, para la intervención con diferentes técnicas que después llevaremos a cabo en la sesión de terapia.

¿Por qué decidiste elegir este modelo de trabajo?

Llevaba unos años trabajando en el ámbito de las terapias artístico-creativas. Había experimentado y/o estudiado terapia Gestalt, psiconálisis, musicoterapia activa, counselling, psicodrama… Cierto día en 2005 unas compañeras musicoterapeutas me hablaron del método, probé una sesión y quedé prendado. Sentí que una sesión de GIM me ofrecía nuevas visiones de mi mismo, y de cómo integrar otros modelos de psicoterapia. Realmente fué una revelación para mi.

Hoy tengo una coterapeuta de lujo, ella sola es capaz de comunicar emoción. La música nos facilita el acceso a nuestras emoción, la psicoterapia apoyada por música permite resolver conflictos internos e integrar aspectos del bienestar de forma respetuosa y adecuada a los ritmos de la persona en tratamiento. Si además la persona escucha música habitualmente en su vida, puede encontrar nuevas formas de autoconocimiento.

– ¿En qué consiste la musicoterapia receptiva ay a quién va dirigida?

Como su nombre indica se trata de recibir música, no sólo de escucharla, sino de dejar que la música entre en ti por otros sentidos despertando emociones. Tiene que ver con la meditación, con el viaje interior, con el mindfulness.

También hay técnicas de musicoterapia receptiva que no llegan a ser tan profundas como GIM, como puede ser escuchar canciones de juventud en un grupo de personas afectadas por Alzheimer, por ejemplo.

Dirigida a cualquier persona que esté viviendo una situación de conflicto interno, estrés o depresión y que desee explorar su interior para el autoconocimiento.

¿Y?

Yo he trabajado siempre atendiendo ya un problema pero entiendo que, si es preventiva, tiene que ver con fomentar salud. Y de eso es perfectamente capaz la música, como camino por ejemplo hacia una educación emocional. La música abre canales a lo relacional, en lo emocional… es estupenda para prevenir.

¿Qué te llevo a escribir el libro sobre el VIH Sida y la musicoterapia?

Fue inesperado. Presenté mi trabajo de fin de máster con personas enfermas de sida ante el ilustre Tony Wigram. A la presentación acudió Judith Beltrán del Comité Antisida De Burgos, donde yo había hecho tres años de prácticas con musicoterapia. Desde este comité me ofrecieron hacer una publicación sobre mi trabajo. Al pedir asesoramiento a Patxi del Campo (IMAP) sobre algunos aspectos técnicos, éste me ofreció la posibilidad de lanzar un monográfico sobre musicoterapia y sida. Fue una maravillosa sorpresa para mi, me puse a redactar todas mis experiencias con personas seropositivas y Otilia mi mujer hizo todo el trabajo de estilo para el texto y portada.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies, puedes ver aquí la Política de Cookies