La música como mapa de las emociones

Terapia-GIM-imagen-de-Josep-Molina-Secall
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El método Bonny, Guided Imagery Music (GIM) es una forma de psicoterapia y desarrollo personal . Con criterios terapéuticos los terapeutas escogemos obras de música clásica y contemporánea que utilizamos como generadoras de imágenes y sensaciones. El cuerpo en modo de relajación profunda, recibe la música y conecta con pensamientos y sentimientos que permiten vislumbrar cambios y soluciones. Sucede a través de imágenes, colores, recuerdos, olores que, espontáneamente la música genera en nuestra imaginación activada. De este modo van integrándose aspectos del bienestar mental, emocional, físico, espiritual… La sesión ha de ser guiada por un terapeuta experimentado, y entrenado en la técnica.

La música en GIM riega las emociones, florece la creatividad y el disfrute pleno de las relaciones; nuestro tesoro.

GIM propicia el despliegue de nuestros mapas mentales y emocionales. Nos introducimos en ellos como protagonistas y ahí, flanqueados por la música somos guiados por la banda sonora en una vivencia sensorial de nuestras conductas, deseos, conflictos, etc.

Así la música en terapia GIM ayuda a entender roles que desempeñamos en la vida; nos impulsa a investigar en las propias contradicciones y a encontrar una idea ajustada de nosotros mismos.

En GIM, la música transforma su propia identidad musical para relacionarse afectivamente con nosotros. En este proceso de interrelación van concibiéndose los sistemas de sustento necesarios para que se dé el desarrollo y crecimiento.

El viaje interior en terapia GIM

El viaje interior en GIM se asemeja al estado de ensoñación, una travesía de reflexión, no necesariamente racional, donde las imágenes fluyen, resuelven, y los insights se vivencian en  un estado mental agrandado. La creatividad, la aventura, el amor se viven como en “otro estado”, otro tipo de conciencia. Eso sí sin perder en ningún momento el contacto con esta realidad, sino con el afán último de iluminar las partes desconocidas de uno mismo y mejorar la conexión con lo real.

Presencia terapéutica en terapia GIM

La música es un medio ideal para trabajar con las emociones en psicoterapia, tiene su propia presencia. Para ser utilizadas como terapia, las emociones implícitas en la música requieren de un terapeuta realmente vinculado con las piezas de música que usa, además de tener un conocimiento exhaustivo de las mismas.

De este modo, acompañados de la presencia del terapeuta y de la música, podemos ir aún más allá y dejar que la música se introduzca en nosotros, recibirla por nuevos canales, permitir que mueva el interior, que resuelva por dentro con su especial maestría.

Duración de una sesión

La sesión de terapia GIM tiene una duración aproximada de una hora y media en la que la música puede ocupar desde algunos minutos, a tres cuartos de hora. En ese tiempo musical la persona en terapia, en estado relajado, relata su experiencia interna e imágenes, apoyada por un guía (terapeuta) que lo acompaña verbalmente y escribe el relato del viaje.

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